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Limpia el polvo de tus muebles con estos sencillos tips

Limpia el polvo de tus muebles con estos sencillos tips

Tal y como sucede con cualquier otra superficie sucia; la del automóvil, los zapatos o un cristal, al pensar en remover el polvo de los muebles probablemente se te ocurra tomar un trapo o toalla y retirarlo. 

En caso de un apuro, esto puede ser práctico y útil, sin embargo, limpiar comedores, cómodas, muebles de entretenimiento, escritorios y cualquier otro mobiliario de madera con un polvo seco genera daños que, aunque no los puedes notar de manera inmediata, están ahí y se acumularán (peor que el polvo) cada vez que repitas el procedimiento. 

¡Deja de hacerle daño a tus muebles! Llevar un trapo seco a una superficie solo esparce el polvo, que básicamente se conforma de suciedad y de partículas gruesas de piel muerta. 

Entonces, lo que haces en realidad es contraproducente, porque la suciedad termina en el piso o en el aire, y luego regresa a la superficie que estás tratando de limpiar. Tu trapo o toalla no atrapan al polvo, simplemente lo mueven produciéndote, además, incomodidad y estornudos.

Además, un trapo seco podría causar un daño importante en tus muebles a largo plazo. Esta acción es similar a limpiarse la cara con un papel de lija, pues remover el polvo en seco raya la superficie de los muebles e incluso puede arruinar sus acabados. 

La única ocasión en la que puede justificarse el uso de un paño seco es cuando la superficie ya está mojada, por ejemplo, cuando estás limpiando un derrame o puliendo después de usar un producto de limpieza a base de agua.

¡Hazlo de la manera correcta! La mejor manera de desempolvar sus muebles inicia olvidando el trapo seco. Existen técnicas efectivas que además de proporcionar higiene protegen a tus muebles y otras superficies de daños, y definitivamente terminarán haciendo un mejor trabajo al eliminar el polvo.

Para una limpieza rápida del polvo, puedes usar herramientas que probablemente ya tenga en su hogar. Por ejemplo, pasar un paño de microfibra húmedo sobre la superficie afectada para recoger las partículas sueltas. 

Para un trabajo más minucioso, para cubrir una mayor superficie o para llegar a áreas más difíciles de alcanzar, puedes usar la herramienta para quitar el polvo o el accesorio de manguera de tu aspiradora.

Otra opción: en lugar de un trapo seco, puedes rociar ese mismo trapo con cera para quitar el polvo, lo cual dará como resultado una mejor limpieza y cero daños a los muebles que estás tratando de mantener en óptimas condiciones. 

Puedes optar por una opción comercial o formularla con tus propias manos mezclando agua,  aceite de oliva, de jojoba o de lo que tengas y jabón de castilla, para que actúe como emulsionante. O bien, simplemente puedes agarrar un plumero electrostático, que usa estática para atraer partículas de polvo y suciedad.

¡Listo! De esta manera puedes mantener tus muebles libres de polvo y de arañazos, perfectos incluso de generación en generación.

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